sábado, 30 de enero de 2016

Despertad al diplodocus. Talento. Human Age Institute.

Cuando despertó
el Sr. Marina todavía estaba allí


Por primera vez en años he faltado a mi disciplina personal de escribir cada semana una entrada en este blog de Antididáctica. Tocaba escribir sobre el último libro de José Antonio Marina, “Despertad al diplodocus”, un libro que compré en las vacaciones de navidad con el firme propósito de empaparme en las nuevas tendencias educativas de nuestro siglo, con la firme voluntad de no resignarme a ser un profesor “inadaptado".



Este libro es especialmente significativo, pues el Sr. Marina es una persona de renombre en el sistema educativo, postulado entre círculos conservadores para ser el nuevo ministro de Educación. Este libro pretende ser un “libro blanco de la enseñanza”, que marque (¡al fin!) las directrices educativas a seguir más allá de las diferencias políticas entre socialistas, conservadores y nacionalistas, un libro que limpie, fije y dé esplendor a la educación española.

Y la verdad es que ha sido duro leer el libro. Suponía que desgraciadamente sería otro ejemplo más de mesianismo educativo, de retórica grandilocuente, de verborrea pedante, pero lo que encontré supera todo lo imaginable.

El título no presagiaba nada bueno. De todos los animales grandes dentro (y fuera) del el Arca de Noé, para comparar el sistema educativo el Sr. Marina tuvo que elegir precisamente el diplodocus, el animal más pesado, más lento, más inútil y más devorador de recursos de toda la creación. Y encima propone “despertarlo”. ¡No se puede despertar a un animal que está muerto! Como profesor de instituto tengo la sensación de que el Sr. Marina me toma por imbécil. Pero es una percepción personal, he pagado 16 euros por el libro y aún estoy en la portada. Así pues, ¡leamos!

En la breve biografía que aparece en la solapa del libro afirma: “La función principal de la inteligencia no es conocer sino alcanzar la felicidad y la dignidad”. ¡Ah! Por lo que parece, el señor Marina, cual Gandalf el Gris en las montañas de Mordor, ha descendido en las profundidades del espíritu humano hasta llegar a las entrañas más profundas de donde manan la Inteligencia, del Conocimiento, la Felicidad y la Dignidad, para luego volver al mundo de los mortales, ya convertido en “Marina El Blanco” para compartir al mundo la epifanía de su verdad. ¡Y todavía estoy en la solapa del libro! ¡disciplina! ¡leamos!

Les invito a que lean el siguiente párrafo, de la página 21 del libro:

[...]Confieso ser un megalómano educativo, y lo hago sin arrepentimiento ni propósito de enmienda. El proyecto que les presento sin duda les parecerá megalómano, aunque yo creo que es muy sensato. Les animo a conspirar para realizarlo. Durante milenios, los docentes hemos sido una variante del servicio doméstico. Enseñábamos lo que la sociedad nos decía de debíamos enseñar. Éramos unos mandados. Pero ahora, la sociedad está hecha un lío por la plétora de posibilidades. ¿Quién debe decidir lo que debemos transmitir a nuestros hijos y alumnos? ¿los políticos? Tomarán decisiones ideológicas. ¿Los científicos? Tampoco, porque cada uno sabe sólo de lo suyo. ¿Los sacerdotes? No, porque se limitarían a su credo. ¿Los empresarios? Tampoco, porque sólo atentarían al éxito de sus negocios. ¿Los padres? Carecen de perspectiva. ¿Los filósofos? Lo fueron durante mucho tiempo, pero ahora andan distraídos con sus cosas. Entonces, ¿quién? Mi respuesta es que necesitamos una superciencia que se encargue de ello y que, a falta de un nombre mejor, propongo que de se denomine ciencia de la evolución cultural y del progreso educativo. Como ven, es una respuesta claramente megalómana, pero que me resulta sencillo justificar...[...] (Pág. 21)

Esto lo dices tu y te encierran.

[...]Esta situación da un inaudito protagonismo a la escuela, como lugar privilegiado de aprendizaje. Bien es cierto que al hacerlo rompe sus paredes, la hace ubicua, multiforme, un híbrido de realidad y virtualidad. Y que nos va a exigir a los docentes cambios transcendentales y a veces dolorosos.[...] (Pág. 18)

No, señor Marina, usted no es un docente, usted en todo caso fue un docente, que gracias al chollo de la didáctica abandonó la dura “vida obrera” de profesor de secundaria para entrar en la “clase alta” de los expertos y gurús educativos.

Otras píldoras que encontramos en el libro:

[...]Los cambios tecnológicos se irán haciendo cada vez más rápidos hasta “provocar una ruptura en el tejido de la historia humana”. Aparecerá lo que  [Ray Kurzweil, director de investigación de Google] ha denominado la “era de la singularidad”, caracterizada, entre otras cosas, por una relación diferente entre cerebro humano y sistemas de información[...]  (Pág. 17)

[...]Las investigaciones neurológicas de Rosalind Picard y sus colegas del MIT Media Lab muestran que la actividad del cerebro de los alumnos durante una clase magistral es más baja que cuando están dormidos[...] (Pág. 27)

[...]El Google Translate (servicio de traducción inmediata en 90 lenguas) va a hacer innecesario el aprendizaje de idiomas al traducir la voz en tiempo real[..] (pág. 83)

[...]Ya se están comercializando programas de realidad aumentada[...] y dispositivos como Google Glass.[...] Creo que la generalización de esa realidad aumentada va a exigir la formación de una inteligencia aumentada que sepa pensar hibridando procesos neuronales y procesos electrónicos, y que tendremos que enseñarlo en la escuela.[...] (pág. 84)

[...]La política se ve inmersa en los cambios que he detectado en el mundo educativo. Ha de ser policéntrica, vivir en una nueva inabarcabilidad, en un régimen de riesgo, pasar de la jerarquía a la heterarquía, de la autoridad directa a la autoridad comunicativa, del control unilateral a la implicación policontextual...[...] (Pág. 205)

Esta última cita tiene su mérito. Podría proponerse al récord Guinness de la mayor concentración de palabros pedantes y absurdos.

Después de más de 200 páginas de tantas sandeces, uno llega ya insensibilizado a la página 214 donde se afirma la controvertida frase:

[...]Los buenos profesores no pueden cobrar lo mismo que los malos[...] (Pág. 214)

Observen el matiz: Se acepta que existan profesores malos. Y no se trata de que mejoren, rectifiquen, avancen... se trata simplemente de que cobren menos.

El libro está repleto de retórica circular, por ejemplo cuando se habla de la família como motor del cambio:

[...]De todo lo expuesto[(24 páginas sobre la importancia de la familia en la educación)] se deduce una consecuencia buena, otra mala y otra peor. La buena es que los padres pueden mejorar decisivamente la educación y, por lo tanto, el futuro de sus hijos. La mala es que cuando las familias no ejercen esa función, la educación del niño o de la niña se resienten profundamente. Y la peor es que pueden ejercer una influencia malsana. En este caso, los sistemas sociales y educativos deben intentar compensar las carencias familiares. [...](Pág. 145)

Estos ejercicios de demagogia me recuerdan al mítico chiste de Eugenio, aquel que va un hombre al médico y el médico, después de reconocerle, le dice: “¡Uy! ¡hágaselo mirar, esto! ¡hágaselo mirar!”.

En la sopa megalómana que es este libro cabe todo, incluso la autoreferencia cínica:

[...]Ante semejante orgía conceptual y metodológica, muchos docentes sienten la tentación de replegarse a los procedimientos de toda la vida y poner a sus alumnos a salvo de veleidades. Y otros se lanzan a ocurrencias innovadoras que no se someten a evaluación y cuya eficacia está bajo sospecha.[...] (Pág. 52).

(le falta decir ¡pero lo mío es diferente! ¡Lo mío no son veleidades ni ocurrencias innovadoras! Yo soy el mesías que conducirá al pueblo docente a la Tierra prometida)

Pero si vamos leyendo, pues entre tanta logorrea podemos ver algunos conceptos que se van repitiendo insistentemente.

Un eje es el que todo objeto animado o inanimado, material o inmaterial, tiene capacidad cognitiva, y el deber de utilizarla. Aquí superamos (¡y parecía imposible!) la tautología del “aprender a aprender” para pasar a una nueva dimensión metafísica:

[...]No es verdad que la educación desarrolle las capacidades del individuo: crea esas capacidades, que serían inexistentes sin ella. Las escuelas, las empresas, las instituciones, deben ser organizaciones que aprenden.[...] (Pág. 21)

[...]La administración pública también debe aprender[...] (Pág. 203)

[...]En los centros educativos suele haber un jefe de estudios que se encarga del progreso académico de los alumnos, pero debería haber otro jefe de estudios de los docentes, que sería el encargado de investigar y proponer aquellas cosas que deberían aprender los profesores.[...] (Pág. 179) (¡Me encanta la idea!).

Así, no es de extrañar que [...]La gran profesión del futuro va a ser la de “experto en aprendizaje"[...] (Pág. 17)

Pero la palabra clave del libro es “talento”.
Talento
Talento
Talento

[...]Si tenemos el talento suficiente, vamos a ser [los docentes] la profesión de élite. De lo contrario, otros ocuparán justificadamente el lugar que nos correspondía[...](Pág. 18)

[...]Al igual que sucede con las personas, los grupos, las organizaciones, también las familias tienen que desarrollar su talento.[...] (Pág. 122)

[...]En 1992, la consultora McKinsey publicó un libro que causó sensación. Se titulaba La guerra por el talento. Su tesis era que entrábamos en una era en que el talento iba a ser la gran riqueza de las personas y de las naciones, y que era un bien escaso, y que iba a comenzar una guerra por atraer y conservar el talento. En aquel momento, los autores no se percataron de que el talento no es un bien natural, como el petróleo, ni innato, como el color de los ojos, sino el resultado de la educación, que se convierte así en la gran generadora de talento.[...] (Pág. 30)

[....]Una ciudad con talento consigue ayudar a satisfacer esas expectativas, ofreciendo unos servicios públicos de calidad, favoreciendo modos de convivencia y de solución de conflictos satisfactorios, y ofreciendo más posibilidades de ampliar sus posibilidades intelectuales, emocionales, culturas o económicas. En la página de Ciudades con talento...[...]  (Pág. 157)

Y el talento nos lleva a una institución: “Human Age Institute”:

[...]Hace un año, el Human Age Institute, una iniciativa impulsada por la multinacional Manpower para fomentar una cultura del talento, me encargó que elaborara un Handbook sobre ese tema. La palabra talento se usa mucho en el mundo del management. Se habla de la economía del talento, de la gestión del talento, de la guerra por el talento, del talentismo como nuevo avatar del capitalismo. Hay una preocupación mundial por la escasez de talento, y se publican anualmente muchos indicadores sobre el talento de las naciones.[...] En el Handbook of Talent tuve que empezar por definir esta palabra, que no tiene rigor científico. Talento es el buen uso de la inteligencia, es la inteligencia triunfante.[...] El talento no es una posibilidad: es un acto.[...]
Propongo definir el talento como la inteligencia que elige bien sus metas y moviliza la información, gestiona las emociones y ejerce las virtudes ejecutivas necesarias para alcanzarlas [...] El talento no es un don innato. Eso, en todo caso, lo serán las “altas capacidades”, que se desarrollan como talento o no. El talento sólo existe después de la educación, que se convierte así en generadora de talento. Eso da una relevancia especial dentro de una sociedad a los docentes. Somos generadores de talento, que a su vez es la riqueza de las naciones.[...](Pág 182)

¡Atención aquí!  Entre tanta maravilla (mi preferida es “El talento es la inteligencia triunfante”), aparece “Human Age Institute”.


“Human Age Institute” es una fundación dedicada íntegramente al estudio del talento. Y esta fundación es una iniciativa de Manpower, una de las multinacionales más importantes del trabajo temporal.

Y el sr. Marina es mentor del área Filosofía del Talento y Educación para el Talento de dicha fundación.

De la página web de Human Age: Se trata de la mayor iniciativa del talento de nuestro país. Un proyecto sin ánimo de lucro impulsado por ManpowerGroup, que nace con el objetivo de ser un nodo que aglutine a las personas más relevantes en el ámbito del talento. Un lugar donde se genera opinión de referencia, rigurosa, relevante, profesional y académica. Todo ello bajo una visión holística, ética y solidaria del ser humano. Human Age Institute nació el 25 de septiembre de 2014 y su actividad está abierta a toda la comunidad sobre el talento.


De una entrevista a Raúl Grijalba, director General de ManPower en España: [...]De hecho, hemos emprendido el que considero que es el mayor proyecto que existe en este país sobre el talento. A través de una Fundación, que se llamará Human Age Institute, hemos aglutinado todo el conocimiento sobre el talento de una forma holística (tanto lo que sabemos en ManpowerGroup como lo que saben los principales expertos en educación, liderazgo, selfmanagement, impacto de tendencias…) para expandirlo y ponerlo a disposición de las compañías y los candidatos, para ser capaces de ayudar a que exista una mejor conexión en el mercado y, en definitiva, promover más posibilidades de alinear las búsquedas[...]

Repasemos ahora todo pero hacia atrás: Una de las mayores multinacionales del trabajo temporal tiene a bien desarrollar una Fundación para el estudio del talento. En dicha organización figura el Sr. Marina, que se postula como el próximo ministro de Educación y Cultura del gobierno de España. Y el señor Marina escribe un libro en el que el concepto de “talento” (totalmente nuevo) será eje central de todo el sistema educativo futuro. Y pide la complicidad de toda la sociedad para conseguirlo.

Como ejercicio mental podría ser interesante reflexionar sobre las similitudes y diferencias entre una empresa de trabajo temporal (ETT) y una escuela.

Ambas las podemos situar entre la sociedad y la empresas, podríamos decir que ambas instituciones sirven de intermediarios entre la sociedad y el mundo empresarial. Como el propio sr. Marina afirma en su libro,

[...]Es aquí donde el mundo educativo-incluidos, claro está, los ministros y consejeros de Educación- deberíamos ser humildes y aprender. En investigar esta pedagogía de las organizaciones y en ponerla en práctica, las empresas han gastado mucho más dinero y mucho más talento que el sistema educativo. De ahí mi interés en aprender de ellas[...] (Pág. 183)

El Sr. Marina también ha aprendido mucho del ejército norteamericano, como podemos leer aquí.

Podríamos deducir que las grandes multinacionales del trabajo temporal saben mucho más de formación y de empleo que el sistema educativo. Y podríamos especular en un futuro en el cual el propio sistema educativo fuera parte de las empresas de trabajo temporal. En el que los profesores fueramos contratados y gestionados por la infinita sabiduría de estas multinacionales. En el que los alumnos fueran formados por sus directrices. Sería un mundo perfecto... desde el punto de vista de una multinacional del trabajo temporal, que al fin y al cabo es la que está detrás de todo esto.

[...]Una de las disfunciones más graves de nuestro sistema educativo es que se está convirtiendo en una fábrica de parados.[...] (Pág. 29)

La sentencia anterior tendría así su recíproco: “Una de las funciones más importantes de las empresas de trabajo temporal es que dan empleo”. Así pues, ¿porqué no dejar todo el sistema educativo en manos de las empresas de trabajo temporal?, que tanto conocen el mundo empresarial.

Podríamos recuperar la idea de las antiguas Colonias Industriales, en las que los hijos de los trabajadores se formaban en la propia Colonia para aprender exactamente el oficio que tendrían más adelante en la misma Colonia, para casarse y tener hijos sin salir de la colonia, en un proceso infinito, perfecto a sí mismo, pero todo a una escala planetaria.

Y ¿porqué no? Especular en una única y suprema “Empresa De Trabajo Temporal Mundial Universal”, que gestiona toda la formación y educación perfectamente sincronizada con el mundo empresarial global, que si bien está en perpetuo cambio, siempre es igual a sí mismo.

En todo caso, ninguna necesidad hay de escuchar lo que diga el sr. Marina. Más vale aprender de los que mandan, de los que están detrás: de “Human Age” y de “ManPower”. Yo estoy por enviarles mi currículum, a ver si me cogen... ¡Con el talento que yo tengo!


domingo, 17 de enero de 2016

Corrupción politica y Geometría. Tangentopoli.

“-¡Qué lejos estamos!, suspiró.
- ¿De qué?
- De nosotros mismos”
Gabriel García Márquez (Del Amor y otros demonios)

De la última entrada de este blog : “El fraude de la enseñanza bilingüe“, destaco un comentario que me hizo llegar un lector: “[...]Le diré que me da mucha pena su visión de las cosas. Que haya maestros inadaptados, desprestigia al sistema.[...]

Totalmente de acuerdo. Sobre esto  quiero dejar claro que si bien no puedo negar mi condición de “maestro inadaptado”, no me resigno a ser un elemento de “desprestigio” del sistema. Es más, tengo una firme voluntad de adaptarme al sistema educativo, de experimentar mi función docente en plena comunión con las modernas tendencias didáctica. Lo que pasa es que hay conceptos y tendencias que me cuestan. Y mira que pongo voluntad y me aplico, pero es que no me entran. Pero que conste que yo me esfuerzo por adaptarme. Es la mía una lucha por la superación personal. Les pondré un ejemplo.

Ayer mismo, en La Vanguardia me encuentro con la siguiente noticia:


[...]Con 55 años y rango de teniente general, funcionario de larga trayectoria y galardonado por sus servicios[...]Presuntamente habría coordinado los trabajos para quitar bloques de hormigón armado de una autopista de la región. Dichos bloques se vendían a una empresa, que a su vez o bien los utilizaba para su propio trabajo o bien los vendía a terceros[...]


¡Una noticia de magníficas aplicaciones didácticas para la clase de matemáticas! ¿Cómo robar 50 kilómetros de autopista? ¿Cuántos camiones se necesitarian? ¿A cuanto está el kilo de hormigón de segunda mano? ¿Cuánto pesaba cada bloque? Matemáticas aplicadas a la vida real, alejadas de las aburridas fórmulas y abstracciones de la denostada enseñanza tradicional...  Y es que la prensa está llena de noticias con implicaciones matemáticas maravillosas. Soy consciente que muchos colegas míos encontrarán jugosas aplicaciones didácticas.

Pero en la prensa también aparecen matemáticas más... tradicionales. En el mismo dia el diario El País nos ofrecía un bonito ejemplo de cálculo clásico de porcentajes, “vieja escuela”:


Observen detenidamente este documento, encontrado en la caja fuerte del señor Jordi Sumarroca, consejero delegado de Teyco, acusado de pagar comisiones millonarias al exalcalde de Torredembarra, que estaba en prisión desde el 25 de julio y que la Audiencia de Tarragona dejó en libertad con cargos bajo fianza de 600.000 euros,


Como profesor de matemáticas doy fe de la exactitud de los cálculos, la columna de la derecha corresponde siempre al 3% de cada cantidad. En todo caso, y por buscar un “pero”, dejar constancia del redondeo que hace a unidades de millar (o también llamados comunmente “Binladens”).  ¿Acaso no son también matemáticas?

Al comparar esta noticia con la anterior del robo de 50 km de autopista, no podemos dejar de constatar que si bien ambas están referidas a corrupción política y sobornos, la segunda destaca por su elegancia, por ser un trabajo fino, en despacho, en las antípodas de la ordinariez rusa de levantar kilómetros de hormigón.
Y esa categoría superior, esa elegancia, esa finura, la considero como el resultado de una formación clásica, un aprendizaje tradicional, que me cuesta encontrar en las directrices educativas actuales.
“La feina ben feta no té fronteres, la feina mal feta no té futur”, el lema del presidente Jordi Pujol lo podemos constatar perfectamente en el resto del documento:


Observen el orden, la buena letra, la sistematización de los diferentes conceptos en un doble índice (Letra + cifra de tres dígitos), sin apenas tachones, ese escribir recto sin usar plantilla... Valores de la enseñanza tradicional que cuesta encontrar en las directrices didácticas oficiales modernas.

No puedo dejar de sorprenderme cuando los expertos educativos oficiales se empeñan en buscar referentes en países lejanos, ¡Finlandia siempre Finlandia!, tan fríos, despreciando los referentes magníficos que tenemos en nuestro entorno. ¿Qué conocemos, por ejemplo, de la enseñanza en Italia?
Pues hay que decir, alto y claro, que Italia tiene un bagaje en corrupción política digno de estudio y consideración. Y ¡Atención! en italiano soborno se dice “tangente”

    Tangente in geometria è una retta che interseca una curva in un solo punto.
    Tangente è una funzione trigonometrica.
    Tangente nel linguaggio comune è una somma di denaro data a fine di corruzione.

Y aquí, una vez más, la geometría clásica, tradicional, con el concepto de “Tangente”, se relaciona con algo tan mundano como es el concepto de soborno, en el seno de la cultura clásica, tan escasa en la enseñanza competencial.

¿Pues, acaso no fue Platón el que, en “La República”, ya explicó los mecanismos de la corrupción en un régimen “democrático”? Razonamientos que puso en boca de su maestro, Sócrates, “el más recto de todos los hombres”, (Sabias enseñanzas que por cierto la ciudadanía agradeció llevándolo a la muerte en el 399 A.C.)
El mismo Platón que negó la entrada en La Academia todo el que no sepa Geometria, esencial para comprender no sólo los fenómenos de la naturaleza, sino también las estrategias de los militares en tiempos de paz y de los ciudadanos en tiempos de paz.

“Aquí no entra nadie que no sepa geometría”
En el  frontispicio de la Academia, Platón

Así como el soborno es el punto de contacto entre dos entidades en principio independientes (el empresario y el político), la tangente se define como el punto de contacto entre una recta y un círculo. El único punto de contacto, pues para estar bien hecha, la recta y la circunferencia se tienen que tocar en un único punto. Pero ahora cualquier persona, con un lapicero y un papel, puede constatar que semejante figura sólo es posible en el mundo ideal de las matemáticas, pues por mucha precisión que tengamos en la mano, el punto de contacto es algo más que un punto, es un “trocito” de segmento, es un poco más...

[...]Se defiende que forman parte del mundo inteligible los objetos matemáticos, advirtiendo que no debemos confundir estos objetos (el círculo, la tangente) con las figuras propias de las cosas reales o con las líneas que un profesor traza con el fin de facilitar la comprensión de una explicación, tal y como Sócrates hacía en el momento en que razonaba con el esclavo de Menón al grabar en la arena las figuras asociadas a sus preguntas; esta “servidumbre” debe ser evitada. Es así, pues estas líneas (la tangente a una circunferencia), trazadas con todo cuidado por el profesor, sólo son un medio para evocar la consideración de una esencia, de una Idea; la tangente que a simple vista diríamos que sólo taca en un punto por haber sido trazada con sumo cuidado y con un tiralíneas ultraperfecto, al ser analizada mediante una lupa nos causaría una profunda decepción[...] (Del libro  Platón. Leyendo La República, Universitat de València).

¿Y qué pasa cuando nos alejamos de lo ideal, cuando la tangente es menos y menos tangente, cuando el 1%, el soborno insignificante, infinitesimal, pasa a ser un 2%, o mejor aún 3%, o un 4%... y ¡porqué no! Un 10%... Sin salir de Italia podemos encontrar las fatales consecuencias: Tangentopoli.

 Todo empezó en la mañana del 17 de febrero de 1992, cuando Mario Chiesa, un miembro del Partido Socialista Italiano con aspiraciones a convertirse en alcalde de Milán, es detenido en sus oficinas por recibir un sobre con 7 millones de liras, la mitad de una tangente (soborno) del 10%, de Luca Magni, un empresario que harto de pagar, lo había denunciado al fiscal Antonio Di Pietro.

El primer secretario del Partido Socialista, Benito Craxi, en plena campaña electoral, afirma que se trata de un caso aislado, definiendo a Chiesa como un  mariuolo isolato, y así mismo como una víctima. Pero Chiesa, en prisión, rompe la omertà, y declara que el sistema de comisiones estaba mucho más extendido de lo que se podía pensar en un primer momento, que se había convertido, con el paso de los años, en un sistema de recaptación de tasas para la financiación ilegal de los partidos políticos en el que estaban implicados políticos de todos los colores, pero sobre todo la DC y el PSI, los dos partidos dominantes en ese momento.
Las investigaciones judiciales se extendieron por todo el país, mostrando un panorama de "corrupción difusa" que afectaba a todos los sectores de la administración pública nacional,  regional e incluso local.
Las consecuencias fueron terribles para el país, suicidios de empresarios, guerra sucia entre políticos y jueces, la declaración finalmente de la Segunda República Italiana...

«lo facevano tutti» 
Bettino Craxi, 1993

Y todo por haber perdido la esencia, por caer en la arrogancia de pretender tangentes tan altas, del 10%. Algo así no sucedería nunca en un país serio, con tangentes mucho más exactas, más elegantes, por debajo del 4%.

Platón, Sócrates, Jordi Sumarroca, “J.P”.... referentes cercanos y al mismo tiempo eternos, ejemplos admirables de aplicacion práctica de la cultura clásica. ¿Realmente nos podemos permitir despreciar tanta sabiduría? Me cuesta aceptarlo.

domingo, 10 de enero de 2016

El fraude de la enseñanza bilingüe

Se cumplen 10 años de la apuesta del gobierno de la comunidad autónoma de Madrid por la enseñanza bilingüe Español-Inglés en las escuelas e institutos, y El Periódico de Catalunya en su edición del 8 de enero publica un doble artículo bastante crítico. Los titulares ya lo dejan bien claro: “Bilingüismo de fachada” y “Esto es un timo”.

http://www.elperiodico.com/es/noticias/sociedad/bilinguismo-fachada-madrid-4794684

(donde, por cierto, se hace alusión a otro demoledor artículo de hace unos meses en El País, “ni bilingüe ni enseñanza”  elpais.com/elpais/2015/05/13/eps/1431541076_553813.html)

La enseñanza bilingüe es un nuevo caso de “fantasía didáctica” para mayor gloria de la corte de expertos en didáctica y pedagogía, y supone uno de los más escandalosos casos de fraude educativo en España.

Podemos encontrar en él todas las falacias que tantas veces he denunciado en este blog:

- El lenguaje torticero y turbador de la didáctica: En este caso la pretensión de aprender ingles sin estudiar inglés, sino estudiando “en inglés”, otro ejercicio retórico del calibre de la falacia tautológica del “aprender a aprender”, o del “enseñar a pensar”.

- Principios didácticos que chocan contra el más elemental sentido común: Desarrollar una asignatura en inglés, cuando los alumnos a duras penas pueden construir una frase con sujeto y predicado en ese idioma.

- El desprestigio de las asignaturas como contenedores de conocimiento: Da igual lo que enseñes, o cuánto enseñes, lo importante es que enseñes “en inglés”, siguiendo el sacro principio del “todo lo que quieran saber ya lo encontrarán en Google”.

- El desprestigio absoluto de la figura del profesor o profesora, que en este contexto son  meros sujetos pasivos “programables” por los sacerdotes pedagógicos. És más, cuanto menos personalidad propia tenga el profesor, mucho mejor, pues mejor y más fácilmente se adaptará a las doctrinas didácticas del momento (en este caso dar la clase en inglés, mañana quién sabe). Actualmente, la administración pública incentiva y premia cualquier actividad que haga el profesor... cualquier actividad menos la de hacer bien su trabajo.

- Los mecanismos de evaluación del aprendizaje funcionan siempre si es para señalar las supuestas deficiencias del profesorado, pero jamás para señalar a los “expertos”. En este sentido, en el artículo leemos “La experta aconseja buscar colegio en Madrid con una sola consigna: que no sea bilingüe”. ¡Vaya! Nos puede sorprender la existencia de una experta que sea crítica con la doctrina oficial, pero hay que puntualizar que en este caso el diario utiliza la palabra experta como “conocedora”: Una persona “[...]que es bilingüe de verdad, traductora y socia de una empresa que se dedica a ello[...]”, es decir, es experta porque sabe inglés, no es una “experta” entrecomillada, una “experta” en el sentido de “iniciada en el esoterismo didáctico-pedagogico-educativo”.

Yo mismo pude experimentar el curso pasado lo que significa “enseñanza de las matemáticas en inglés”. Un vecino de la escalera me pidió si podía dar una hora sermanal de refuerzo en matemáticas a su hija que cursaba segundo de ESO en una escuela privada de la zona, en la que la mayoría de asignaturas se cursaban en inglés. Como profesor de la pública, tenía curiosidad por ver como serían las matemáticas en una escuela privada.  El resultado no pudo ser más defraudador. Las matemáticas que recibía aquella alumna fueron absolutamente mediocres, grises, conceptos que se iban introduciendo sin la más mínima gracia o programación, mediocres hasta decir basta, eso sí, todo en inglés. Pero todo se reducía a las mínimas definiciones aquí y allá, para dar paso a números y más números, fórmulas y más fórmulas, sin más objetivo que ir pasando los días. Jamás, en todo el curso, aquella alumna escribió la más mínima frase en inglés. Y todo en una escuela con más renombre de la zona de Reus, que le costaba a los padres más de 700 euros mensuales. Un clamoroso fraude.

Mañana lunes veremos un hecho insólito en nuestro país. Veremos a toda una infanta de España sentada en el banquillo de los acusados junto a su marido por apropiación de bienes públicos, por quedarse para ellos lo que era de todos (Una infanta que, por cierto, alegará  ignorancia).

Exigimos responsabilidades a los políticos en los casos de malversación de bienes públicos, pues la Administración pública está para conservar la riqueza común de todos. Los “expertos” educativos tendrían que sentarse en el banquillo de los acusados y asumir las responsabilidades por todo el patrimonio cultural que han dañado, destruido y adulterado en su beneficio personal (o por su incompetencia, no sé qué es peor), traicionando su condición de administradores, es decir, personas cuya responsabilidad era la de conservar, no la de destruir.


domingo, 3 de enero de 2016

Matemáticas del fraude y el fraude de las matemáticas

El empate 1515-1515 de los miembros de la CUP y la natural sospecha de fraude producida por semejante resultado ha sido para todos los amantes de las matemáticas un auténtico regalo de navidad.


La sociedad ha buscado en la teoría de la probabilidad respuesta a tal increíble resultado. Algunos han imaginado a 3030 cuperos, todos a una, moviendo un enorme bombo con 3031 bolas numeradas del 0 al 3030, y sacando una y sólo una. Otros han imaginado los 3030 cuperos lanzando al unísono una moneda al aire. Incluso los ha habido, los más extremos (o tal vez los más realistas) que han postulado a los 3030 cuperos en la tesitura de escoger, como menú navideño, entre A) un mousse de trufa blanca o B) una mierda fresca de perro. ¡No es una distribución binomial! han proclamado a todos cuantos quisieron oírles.

En todo caso estamos ante un nuevo ejemplo que cómo la enseñanza de las matemáticas del sistema educativo oficial es un fraude vergonzoso para la sociedad.

Mientras los gurús oficiales se empeñan en llevar el aprendizaje de las matemáticas por el camino proceloso de las matemáticas intuitivas, visuales, competenciales, asociadas a la vida real, y rechazan pedantemente las fórmulas matemáticas, nos encontramos aquí ante un nuevo ejemplo de todo lo contrario, un ejemplo anti-intuitivo: El resultado de empate 1515-1515, lejos de ser un resultado poco probable, ¡era precisamente el resultado que más probabilidades tenía!.  Un ejemplo de una distribución, la binomial, la hermana pequeña de la distribución normal, que, como toda la teoría de la probabilidad, está prácticamente desterrada del sistema educativo actual, empeñado en llevar a los alumnos por el fango de las matemáticas competenciales.

Tenemos que tener en cuenta que toda esta degradación del sistema educativo será compensada por productos educativos alternativos de pago, exclusivos para las clases altas:

Resulta llamativo constatar que, de toda la enorme cantidad de artículos que estos días se han publicado en la prensa analizando matemáticamente este resultado, el único que reivindica la mejor educación matemática es un artículo promocional de una empresa privada de enseñanza, y en un diario marcadamente conservador:

En el diario El Mundo, dos días después del empate 1515-1515, aparecía el artículo a toda página:


Que es un panfleto publicitario de la web de enseñanza on-line de matemáticas bajo pago “Smartick”.

[...]Nos encanta que las matemáticas entren de lleno en el debate público, porque eso demuestra su importancia. Cuando se dice alegremente que un resultado de empate era prácticamente imposible por la muy baja probabilidad del suceso, dejamos al aire nuestras vergüenzas en forma de incultura matemática[...] Afirma el autor del artículo y cofundador de dicha empresa.

La publicidad de esta plataforma no podría ser más descarada: “El refuerzo diario que necesitan tus hijos”. Es decir, el refuerzo diario que necesitan tus hijos... y que no van a encontrar en la escuela o en el instituto al que van.

La propia empresa hace pública una comparativa entre sus precios y los de su competencia (Aloha y Kumon) :


Estamos hablando de un servicio que cuesta ¡entre 19 y 39 euros mensuales!, es decir, un producto exclusivo para las familias con mayor poder adquisitivo. Las matemáticas que tu hijo necesita... pero sólo si te las puedes permitir.

El siguiente problema está sacado de la prueba de matemáticas CCSS de junio del 2015 de Zaragoza (Opción B):


Mientras en Aragón la probabilidad y la estadística está integrada en el currículum y se exige su conocimiento para acceder a la Universidad, en Catalunya fueron eliminadas  hace ya muchos años. ¿Qué sentido tiene esto?

En el siglo XIX el ilustre matemático Quételet (1796-1878) realizó una tabulación de las alturas de 100000 reclutas del ejército francés. Comprobó que los datos se adaptaron perfectamente a una distribución normal, como era de esperar... excepto en dos clases: La clase entre 1,5 y  1,570 y la clase entre 1,570 y 1,597 metros. En la primera encontró un número excesivo de individuos y en la segunda demasiados pocos. ¡Justo las dos clases que separaban a los excluidos del servicio militar por talla mínima! Según el cálculo de probabilidades, aplicado al conjunto de 100000 reclutas, 26345 debían ser excluídos por defecto de talla, mientras que en realidad se excluyeron 28620, o sea 2275 más que lo indicado por el cálculo. De aquí pudo deducir Quételet el porcentaje de individuos que fue desechado fraudulentamente.

(Extraído de La Vanguardia del 12/5/1935)

Resulta impactante constatar cómo en Catalunya, mientras los expertos en educación se llenan la boca reivindicando unas matemáticas más “de la vida real”,  las herramientas matemáticas más poderosas, las heramientas que permiten detectar fraudes, son desdeñosamente despreciadas.