sábado, 25 de noviembre de 2017

El futuro de Cataluña en las tripas de una cabra

Así como los antiguos oráculos abrían una cabra para ver en sus entrañas el desenlace de la inminente batalla, el domingo pasado apareció en toda la prensa nacional una fotografía que por sí sola muestra el futuro de Catalunya:



¿La manipulación? ¿La Catalunya del futuro es la Catalunya de la manipulación mediática?  ¡Peor aún! ¡Mucho peor! ¿Pero qué puede haber peor que la manipulación?
La chapuza

El futuro de Catalunya es una inmensa chapuza. Porque hay que ser chapucero para recortar la cabeza del pobre conseller Santi Vila (una forma de asesinato mediático por la traición de haber saltado del barco del “procés” un día antes del referendum)  y dejar sus piernas.

La chapuza es incompatible con la manipulación, un arte muy exigente (link), pues si se manipula chapuceramente no sólo se impide el borrado deseado, sino que, por lo contrario, dicho objeto se magnifica, se manifiesta, se ilumina.

El joven o la joven que recibió el encargo de dicho recorte será todo lo patriota y voluntarioso que quiera, estará tan motivado como pueda estar, pero es un chapucero integral.

En esta fotografía tenemos las claves de la chapuza catalana, una chapuza política que es el reflejo de la chapuza de un modelo educativo, las dos caras de una misma moneda:

- La chapuza de la “educación por competencias”. Por muchas competencias que se tengan en las artes del recorta y pega, el resultado es una chapuza. Para la corte de gurús educativos que controlan la educación catalana, las “competencias” lo son todo. En realidad no son casi nada.

- La chapuza de los “nativos digitales”.  Por muchas destrezas digitales en el dominio del Photoshop, el resultado es una chapuza. El chaval o chavala será todo lo nativo digital que quiera, pero es un chapucero. Un chapucero digital no es menos chapucero. Lo es más.

- La confusión entre información y conocimiento. Información es la cabeza del Santi Villa que tengo que recortar. Conocimiento es saber que normalmente por debajo de cada cabeza suele haber un tronco y unas extremidades.  Este chico tenía toda la información, pero poco conocimiento.

- Falta de disciplina, la carencia total del valor del esfuerzo. Después de hacer un trabajo hay que repasar, no sea que te hayas dejado algo. Te dejaste las piernas, so imbécil. La motivación no lo es todo, en realidad es muy poca cosa.

Recordemos la máxima pujoliana, aquella que decía “La feina ben feta no té fronteres, la feina mal feta no té futur”. Mis abuelos hubieran dicho “este chico no tiene conocimiento”. Así en singular, “no tiene conocimiento” señala al niño irresponsable, al que no se le puede mandar ninguna tarea. Un modelo educativo que desprecia el conocimiento y fomenta la quimera de la "educación competencial" es una chapuza.

La educación catalana está controlada por gurús educativos con muy poco conocimiento.

domingo, 12 de noviembre de 2017

Cómo detectar los enemigos de Cataluña

Ahora que, poco a poco, van bajando las aguas del sutnami del "procés", y a la espera de qué nueva idea revolucionaria nos mantendrá entretenidos los próximos cinco o seis años, los catalanes nos dedicamos a señalar a los culpables. Los culpables de todo. Unos dirán que son los radicales de la CUP, otros señalarán a los butiflers del PSC, los más prudentes tal vez señalen con el dedo a Pilar Rahola. No digo que no, pero sólo la Antididáctica nos da un

Método para detectar los Enemigos de la Patria Catalana

(método que sirve igual para la Patria Española o cualquier otra patria, chica o grande)

Paso 1.
Descárguese el examen de matemáticas de la selectividad China (Gaokao)

http://www.toomates.net/experimenta/a2017/SelectividadChina2015.pdf

Paso 2.
Descárguese cualquier examen de matemáticas de la selectividad Catalana.

Por ejemplo:
http://www.toomates.net/Llistes/a2017/jun/pau2017/pau_mate17jl.pdf

Paso 3.Compárense ambos.

Observaremos que el examen chino es una prueba rigurosa, seria, que abarca todos los temas de la matemática básica: Números complejos, geometría analítica, logaritmos, probabilidad y estadística, trigonometría, algorítmica, teoría de funciones... Una prueba que exige al estudiante tener claros los conceptos básicos fundamentales de las Matemáticas. Una prueba exigente, y por eso mismo una prueba que respeta y dignifica al alumnado.

Mientras que la prueba de matemáticas catalana es un refrito de materiales matemáticos universitarios (matrices, cálculo diferencial, álgebra lineal multidimensional pero nontropo), una prueba que año tras año se repite en cuatro o cinco problemas repetitivos sobre los mismos temas, un temario que el alumno deberá volver a trabajar en primero de carrera de nuevo, pero que a la vez impide trabajar los conceptos básicos fundamentales. Una prueba en la que, por increíble que parezca, no existe probabilidad (debe ser la única selectividad del mundo que no pide al alumno conocer la distribución normal, un fet diferencial), ni trigonometría, mientras que exige dedicar sesiones y sesiones a cosas como determinar a mano la matriz inversa, aunque no sepamos para qué.
Una prueba que año tras año va reduciendo su temario hasta convertirse en algo ridículamente esquelético, con la excusa barata de "evaluar las competencias".

Bien. Pues todos aquellos "expertos educativos", profesores o no, que defiendan el "modelo catalán", que clamen que qué barbaridad  esa de compararlo con el modelo chino (esos mismos que no dejan de pretender compararnos con los finlandeses), que a nuestros jóvenes debemos darles una educación basada en la plastelina de 0 a 18 años y después de 18 a 22 años en los macarrones pintados. Aquel que espera paciente, con el carnet de ERC en la boca, ser el próximo conseller en Educació.

Esos. Todos esos son los verdaderos enemigos de Cataluña.